Since Israeli occupation started bombing Gaza, their offensive has devastated neighbourhoods, shuttered five hospitals, killed thousands, and wounded more people than its remaining health facilities can handle.
Doctors at the hospitals in Gaza says that they treat patients wherever they can, on the floor, in the corridors, in rooms crammed with 10 patients instead of two, and without medical supplies they used to do with whatever they can find – clothes for bandages, vinegar for antiseptic, sewing needles for surgical ones.
According to the health ministry of Gaza, in some hospitals, the lights have already switched off, surgical assistants held their Phones over the operating table, Al- Shifa Hospital — with a maximum capacity of 700 people — is treating 5,000 people, the intensive care unit runs on generators, but most other deparments are without power.
Infants arriving alone to intensive care because no one else in their family survived patients awake and grimacing in pain during surgeries.
Poca luz, sin camas y sin suficiente anestesia: los hospitales de Gaza son una pesadilla.
Desde que la ocupación israelí comenzó a bombardear Gaza, su ofensiva ha devastado barrios, cerrado cinco hospitales, matado a miles y herido a más personas de las que las instalaciones de salud que quedan pueden atender.
Los médicos de los hospitales de Gaza dicen que tratan a los pacientes donde pueden: en el suelo, en los pasillos, en habitaciones atestadas con 10 pacientes en lugar de dos, y sin los suministros médicos que antes tenían, hacen lo que pueden con lo que encuentran: ropa para vendas. , vinagre para antiséptico, agujas de coser para quirúrgico.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, en algunos hospitales ya se han apagado las luces y los auxiliaries de cirugía sostienen sus teléfonos sobre la mesa de operaciones. El hospital Al-Shifa, con una capacidad máxima de 700 personas, trata a 5.000 personas, y la unidad de cuidados intensivos funciona con generadores, pero la mayoría de los demás departamentos no tienen electricidad.
Bebés que llegan solos a cuidados intensivos porque nadie más en su familia sobrevivió, y pacientes despiertos haciendo muecas de dolor durante las cirugías.